VIAJES Y MÁS VIAJES: ¡¡Estoy vivaaa!!

Como podéis comprobar, sigo viva, no me quedé en el quirófano cuando me operaron de la vista, jeje. Estoy aquí y con ganas de dar mucha guerra, de momento la operación ha sido lo mejor que he hecho en mucho tiempo, veo estupendamente y tengo una agudeza visual del 100 % según la doctora, así que... ¿qué más se puede pedir? Esto de estar sin gafas las 24 horas del día... es algo que no se puede explicar con palabras, la gente que tenga muchas dioptrías me entenderá, en cambio la gente que nunca haya tenido gafas o que haya tenido pero con un par de dioptrías tampoco me entenderá... bueno... en dos palabras... GE-NIAL, jeje.

Bueno, a ver por dónde empiezo, creo que después de la operación, salvo el viaje a Béjar con gente del curro, no me ha pasado nada más. Bueno, he seguido preparando el viaje a NYC (sólo quedan 13 días, ¡¡que nerviosss!!), la semana pasada quedé con Yus y estuvimos haciendo el planning que a día de hoy sólo tenemos dos días preparados, muy mal, ¿eh? cuando llevo buscando información en Internet y leyéndome la guía de Lonely Planet desde febrero o así... al final como siempre todo para última hora, como aquél anuncio de estas navidades...
Pues nada, poco a poco vamos casando los días, aunque nos hemos dado cuenta que o nos apretamos el culo o no vamos a ver ni la tercera parte de lo que queremos ver, ¿cómo puede ser tan grande una isla como Manhattan? Madre mía, tiene mil cosas para ver..., Inma va a haber que ir otra vez para seguir viéndola, jeje.

Pues nada, el día 3 de abril nos fuimos para Béjar: Rosa, Ana, Alberto, Hernán, Nico y yo, salimos del curro a las 15:00 (después de haber pasado una semana canina por tener una entrega ese mismo viernes aunque al final se retrasó, pero vamos la media de salida del curro fue las 20:30 o así, por tanto tenía unas ganas de pillarme unas vacas que ni os lo imagináis). Pues eso, que nos fuimos para allá, yo fui en el coche con Ana y Alberto y en el coche de Hernán iban Nico y Rosa, total que a eso de la entrada a Toledo... aibá ahí, eché las cabras, mira que hacía tiempo que no me mareaba, pero también es verdad que hace mucho que no viajo en la parte de atrás en un coche porque o conduzco yo (nota mental: la próxima vez llevo mi coche) o iba de copiloto, así que nada, menos mal que Alberto pudo parar en una parada de autobús y antes de que el coche estuviera parado del todo, tuve que abrir la puerta porque me entró un no sé qué que qué se yo..., jeje.
Bueno, después de esa pequeña contrariedad, pues seguimos rumbo a Béjar, el resto del camino fue un poco mejor porque Ana me dejó alante y conseguí dormirme un poco, porque sino... yo veía que no llegaba a la casa rural viva, jeje.
Pues ná, a eso de las 21 y pico logramos llegar a la casa rural y la verdad un flipada, hasta en el salón había una bandejita con perronillas y dos licores de hierbas con sus vasos de chupito, muy apañao el hombre, sí señor.
Bueno, pues nada, colocamos un poco todo, vimos la casa y ale, a jalar que a esas horas ya había hambre, así que sacamos ensaladilla, tortilla española y empanada y nos pusimos como el tato, luego de postre había arroz con leche que trajo Ana y tarta de queso que traje yo, vamos así ha pasao que casi salimos rodando de allí :P
Ahí van algunas fotejos de la casa...

Como veis una casa toda chula, tenía hasta piscina, pero vamos no hacía tiempo ni la piscina estaba para bañarse uno, sino querías que te diera un chungo al meterte, jeje.
Bueno, luego es posible que ponga alguna foto de la habitación dónde dormimos Rosa y yo, pero aquí no las tengo.

Pues al día siguiente nos levantamos bastante tardecillo, desayunamos y probamos el brownie de Rosa (muy rico, por cierto) y nos pusimos en camino a hacer una ruteja por el campo, ibamos ahí por las montañas como las cabras montesas, estaba todo nevado cuanto más arriba subíamos, luego estuvimos haciendo un poco el canelo por la nieve, a falta de trineo, buenas son bolsas del mercadona o tu propio culo, jeje.