Después de haber pasado una semana en Vitigudino (pueblo natal de mi padre en la provincia de Salamanca), regresé al pueblo que me vio nacer (Valdepeñas) el viernes 5 de septiembre, a eso de las 19:00 de la tarde estaba en casita, deshice la maleta y empecé a hacer planes para esa noche y para el día siguiente que se esperaban intensos (al final no lo fueron tanto como deseaba).
El viernes al final me quedé sin salir porque me quedé sin plan, me hubiera encantado ir a ver a DJ Beni que el año pasado me gustó mucho cuando actuó en el Convento y este año, lo llevaron a la plaza para que más gente pudiera disfrutar de él. Mi hermano me comentó que estuvo genial y que estuvo poniendo música desde las 23:00 hasta la 1:30, lástima el habérmelo perdido.
El día 6, sábado, amaneció lloviendo y pensé... mi gozo en un pozo, para un día que me queda de salir en las fiestas va y me llueve.
Fueron 4 gotas las que cayeron, aunque el resto del día se mantuvo nublado, a eso de las 19:30 me llamó Ana (una compi de curro) y me dijo estarían (ella y Alberto, su novio) a eso de las 20:00 y algo a Valdepeñas para pasar la noche del sábado conmigo y disfrutar al menos ese día de las fiestas, aunque me hubiera perdido los 6 restantes.
Yo tenía cena con mis hermanos, cuñada y amigos de mi hermano para darles una sorpresa por su reciente boda en Ecuador, al final se truncaron los planes, cuando estábamos Ana, Alberto y yo comprando en el Mercadona "Sandevid" (pasamos de hacer mezclas, si ya nos la dan hechas, ¿para qué molestarte y andar con garrafas y manchando todo?), me llama mi hermano y me dice que se suspende la cena por problemas personales con el organizador de la cena (un amigo de mi hermano de toda la vida); así que salimos del súper y nos fuimos a tomar unas tapejas por los baretos de Valdepeñas, que ya había hambre.
Después de tomarnos 4 tintos de verano (aún nos esperaba el "Sandevid" en mi casa) y ponernos moraos a comer tostas de queso, magro con tomate, croquetas y lomo con patatas, nos dirigíamos hacia mi casa, para recoger el tinto de verano e ir a la plaza.
Cuando pasamos por la plaza, estaba petada (como de costumbre) y estaba actuando Rosario Flores, a la vuelta habíamos quedado con Antonia y su chorbo, jeje, que habían venido de Madrid a pasar el finde.
Después de las pertinentes presentaciones (yo no conocía a Héctor, novio de Antonia y Ana y Alberto no conocían a ninguno de los dos). Esperamos a que se acabara Rosario para que empezara lo "bueno", la orquesta y el pachangueo y nos decepcionó bastante.
La verdad es que hubo con 3 orquestas que, la que más duró creo que fueron 2 horas y entre que la primera, el tío cantaba fatal, la segunda se ve que cantó canciones suyas porque yo no me sabía ni una y encima a la cantante no se le oía nada. La única que se libró fue la tercera que fue un poco más "heavy" porque empezó con 'Living on a Prayer' (ahí ya se ganó el cielo, jeje) y luego, continuó con canciones de Extremo, Sabina, alguna rockera de los Beatles, Duncan Dhu y otras que no me sonaban, pero bastante cañeras (al menos nos despertaron del letargo).
Mientras seguíamos bebiendo tinto de verano (ya me salía por las orejas).
Bueno, pues después de unos brincos (la final la noche no se dio tan mal como parecía preveerse después del arranque de las dos primeras orquestas), a eso de las 5:00 fuimos a por unos churritos con chocolate que ya tanto tinto, como que sobraba, apetecía algo más consistente.
Alberto se pidió 2 roscas (se creía que eran como las de Daimiel y al final, no se pudo acabar las dos), Ana y yo pedimos 1 docena de churros para las dos (al final también sobró un churro, jeje).
A eso de las 5:30 cortaron la música y la peña se seguía quedando en la plaza, nosotros decidimos irnos a planchar la oreja a mi casa.
Salimiento de ojos de Hernán por ver cómo estaba esa carnaza que le estaba sirviendo el camarero a Óscar.
