domingo, 24 de septiembre de 2017

Japón. Viaje soñado y cumplido. Día 1. Año 2017.

Tenía este blog desde hace años y la verdad, lo tenía un poco olvidado, así que he decidido retomarlo por la puerta grande. Con el viaje a Japón de estas pasadas semanas.

Comencemos. Día 1.
Bueno, ayer fue un día bastante intenso en todos los aspectos. Después de salir de Ciudad Real por la mañana a eso de las 9.30, llegamos a Barajas a eso de las 11.30 o así, ya que a las 14.50 salía nuestro vuelo a Múnich, escala de unas 4 horas en el que dicen uno de los 4 aeropuertos más transitado del mundo y a las 21.20 salimos hacia el destino soñado, Tokio.
Tuvimos suerte y en el avión no se nos sentó nadie al lado, por tanto, 3 asientos para los dos. Los asientos de ANA son como de otra dimensión, molan un puñao y nos pusimos cicáter a comer. Además, los asientos de primera clase... eso sí que es primera, tenían como unos cubículos que parecías estar dentro de una nave, cuando sea mayor y tenga dinero, viajaré en primera con ellos xDD Pues bueno, el viaje se hizo algo largo (unas 11 horas) porque no sabía ni cómo ponerme, la espalda se portó un poco regulera, pero al poder estirarme un poco, pude sobrevivir más o menos.
Llegamos a Haneda a eso de las 16.00 (hora local) y empezamos nuestras andanzas. Teníamos varios objetivos antes de llegar a casa de Aki (nuestra anfitriona de airBNB en Tokio): Cambiar algo de euros a yenes para poder empezar a usarlos ese mismo día y al siguiente, el cuál íbamos a ir a Akihabara a un sitio recomendado por mi profe de japo; pillar bonos de metro de 72 y 48 horas para poder usarlos en el metro (únicamente líneas de Tokyo Metro Line y Toei Line) y nos quedaba la odisea del día: llegar a casa de Aki: Ello nos costó subir a un bus que nos llevaría a una estación y de ahí, pillar un tren a otra estación y de ahí a otra y ya, andar durante un buen rato hasta que encontramos la bendita casa, ¡¡que pistacho chaval!! xDD

Tengo que decir que la amabilidad de los japoneses es real como la vida misma, al vernos un poco perdidos (quien dice un poco, dice un mucho xD), nos preguntaron 2 japoneses en perfecto inglés si necesitábamos ayuda, ¡¡oh futuro!!
Cuando salimos a la calle en busca de la casa de Aki, estaba lloviendo, no mucho, pero era una lluvia fina de esta que cala cosa mala. Por cierto, odio mucho las señales amarillas en el suelo para los ciegos, mi maleta se atascó en cada una de ellas, y no sólo están en el metro, también en la calle. Cuando solté la maleta, fui la mujer más feliz del universo xD

Había un santuario muy pequeño a escasos 300 metros de casa de Aki, ahí en mitad de una calle, no pude resistirme a hacerle unas fotos.



Pues el caso es que después de encontrar con un poco de penar nuestro alquiler en un barrio residencial de Tokio, descansamos un poco y nos fuimos para Shibuya a dar una vuelta y ver al célebre Hachiko y el super paso de cebra mortal de la muerte 33 xD




De ahí, cenar algo y de vuelta a la casa a eso de las 23 y algo reventados (para ser el primer día, aunque hay que tener en cuenta que también llevábamos unas cuantas horas de avión, metro, tren, coche... acumuladas, jeje).

Mañana toca Ueno y el super barrio friki: Akihabara, ¡¡go go go!!

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